Desde que en 1.981 se diagnosticaran los primeros casos, el SIDA se ha cobrado millones de vidas. Por suerte, hoy en día el conocimiento de lo que entonces era prácticamente una enfermedad misteriosa es muy amplio, especialmente en cuanto a la diseminación del virus que da pie a tan grave trastorno, aún incurable. Sin embargo, no dejan de registrarse anualmente cientos de miles de nuevos contagios por VIH a lo largo y ancho de todo el planeta.
La disminución de las campañas de sensibilización, la pérdida del miedo ante los nuevos éxitos científicos pero, sobre todo, el aumento de la ignorancia hacia el tema entre jóvenes, y no tan jóvenes, están detrás de una relajación en las costumbres que puede tener como consecuencia una infestación si no mortal, al menos crónica.
A la hora de practicar sounding entre varios individuos, el riesgo es bajo pero no inexistente. Las paredes de la uretra son de una naturaleza mucosa que, a diferencia del resto de la piel, no impide la entrada del VIH dentro de nuestro organismo. Por tal motivo, si decidimos practicar uretralismo con más hombres y compartir útiles en una misma sesión, hay que extremar la limpieza y desinfectar el juguete siempre que vaya a pasar de un pene a otro.
Ojalá llegue el día en que no sea necesario recordar la Lucha contra el SIDA, porque el SIDA, y el VIH, hayan desaparecido de nuestras vidas. Hasta entonces, nunca está de más recordar su existencia, reconocer a los que han luchado contra esta epidemia y conmemorar a los que la enfermedad se llevó, pero sobre todo, hacer hincapié en que el virus sigue ahí, esperando "aguarte la fiesta".
Disfrutad del sexo, y del sounding, con cabeza, para que así la diversión pueda continuar sin que el VIH nunca os gane la partida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario