Antes de la llegada generalizada de internet a los hogares durante la primera década del siglo XXI, unido a la asunción del porno contemporáneo, no era fácil dar con una sondada dentro del material pornográfico vintage o pre-condom. A partir de la revolución sexual surgida entre los años 60 y 70 en Occidente, el sounding ya empezaba a mostrarse en diversas obras. El ser un tema tabú comenzaba a formar parte del pasado. Pero meter cosas por la polla delante de las cámaras o introducirlo como temática en obras eróticas de diversa índole, aún iba despacio. Su muestra progresaba conforme iban trascurriendo las últimas décadas del siglo XX. En los años 70 era escasa. En los 80 aún era poca. En los 90 ya no es tan extraña.
Dar con la práctica del uretralismo en películas y trabajos producidos o publicados antes de 1.980 es difícil. Por un lado, porque tal material vintage cada año está más retirado del mercado y de las colecciones. Por el otro, porque el sounding en los 70 aún era una práctica muy poco habitual. De ahí que descubrir una escena donde se ejerza es todo un logro. En el filme fechado en 1.979 y titulado como Gemini podemos disfrutar de una.
Gemini sería dirigida por Steve Scott y protagonizada por el que por entonces era uno de los actores porno gay más reconocidos: Jack Wrangler. Nacido en California (USA) en 1.946, comenzaría su andadura por el porno en 1.970, cuando contaba con 24 años. No tardaría en convertirse en todo un icono tanto del porno homosexual como hetero, con más de 70 títulos a sus espaldas hasta su retirada en los años 90 y posterior fallecimiento en 2.009. Gemini sería una de sus obras más celebradas. En ella compartiría escena con Duff Paxton, nacido en Indiana (USA) en 1.951. Entre ambos no habrá inhibición alguna. Dos machos dispuestos a pasarlo en grande entre maromos sin complejos. Una sondada puede tener perfectamente cabida. Y así será: Jack introducirá en la uretra de Duff lo que parece un gusano de vinilo ideado para la pesca, logrando captar con tal útil no sólo todo el morbo de su congénere, sino también la atención del público que disfrutaba de la película entonces, así como de los que la pueden ver a día de hoy.
(Muchísimas gracias a J-------r por haber querido dar a conocer y compartir esta escena con el blog. Tu colaboración, como siempre, es inestimable).
Si deseáis saber más sobre la aparición del sounding en el cine porno vintage, no dejéis de visitar la segunda parte de la serie dedicada a la historia del uretralismo, cuyo enlace os dejo a continuación:
http://soundingometersecosasporlapolla.blogspot.com.es/2014/09/un-poco-de-historia-parte-2.html
Interesante, y es sounding con una sonda maleable
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