Aunque no lo parezca, es algo habitual. No son pocos los amantes del sounding a los que les mola, además de meterse cosas por la punta de su cipote, atarse bien los huevos y mantenerlos bien apretados mientras someten su vergajo a una buena follada de polla. La razón seguramente estribe en que, tanto el sounding como la atadura de huevos forman parte de una práctica más amplia denominada "tortura genital masculina" o CBT (Cock and Ball Torture), donde ambas técnicas quedarían englobadas, junto a otros muchos juegos clasificados como sado-masoquistas, a través de los cuales los genitales son sometidos a "castigos" de toda índole, que proporcionarán más placer que dolor al sujeto sobre el que se practican. Y a vosotros, ¿os gusta sondaros con los huevos bien cogidos?
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