Sounding o el arte de meterse cosas por la polla

Sounding o el arte de meterse cosas por la polla

sábado, 30 de abril de 2022

¿Os hace un tutorial?

 

¡Saludos, morbosetes y amantes del sounding! Seguro que la mayoría de vosotros ya ha practicado alguna vez el arte de meterse cosas por la polla. Otros, sin embargo, quizás hayan dado con esta página por curiosidad, tras haber oído hablar del tema. Son muchos los tíos que aún no conocen esta técnica masturbatoria o que, aunque la hayan visto alguna vez, apenas sepan de ella. Por eso no es raro dar de vez en cuando con algún sondero que gustosamente explique de qué se trata, a fin de ilustrar a los neófitos, incluso sin tapujos a la hora de poner la técnica en práctica consigo mismos y que así, como suele decirse, una imagen valga más que todas las explicaciones que se quieran dar.

Es el caso, por ejemplo, de Peacock King. Este morboso estadounidense se considera toda una estrella del porno amateur en solitario. Y bien de ganas que le pone para conseguirlo. A Peacock King le encanta compartir sus virtudes masturbatorias. Una de ellas es el sounding. A través de un tutorial explicará detalladamente, y con ejemplos prácticos, en qué consiste este ejercicio. Una técnica que le gusta, además, llevar a cabo fuera de tutoriales e, incluso, compaginándola con otra muy particular que seguidamente podréis descubrir...

Por otro lado, Preston Philips también nos mostrará el sounding, aunque de una manera algo más diferente. Más que un tutorial, o una explicación con autoejemplos, Preston prefiere comentar las sondadas de otros. Algo así como si viésemos porno con un colega al que, a juzgar por lo que se soba el paquete, el sounding no le es nada indiferente. Ni a él ni a su entrepierna... Os dejo con las explicaciones de sendos amantes del sounding, para que aprendáis y... ¡para que las disfrutéis! ;P







miércoles, 27 de abril de 2022

Sounding entrevista: Eric, desde Argentina

 

¡Saludos, morbosetes y amantes del sounding! Si el hecho de que un seguidor se anime a participar en el blog con una Sounding entrevista es ya motivo de alegría, que éste sea hetero me llena de satisfacción por poder verificar, una vez más, que las sondadas de rabo no entienden de orientación sexual: tan sólo hay que tener ganas de disfrutar de los placeres que nos aguardan dentro de la polla.

Hoy, podremos comprobarlo nuevamente gracias a la Sounding entrevista que ha querido concedernos Eric, desde Argentina. Con 27 años, este chaval nos escribe desde el país del mate para desvelarnos la íntima relación que un hetero mantiene con las folladas de verga. Y siempre hay algo que aprender. Acompañada la entrevista con algunas de sus fotos y vídeos en plena faena, os dejo con Eric, no sin dejarle de agradecer profundamente su participación, y remitirle mis ánimos para que siga gozando por mucho tiempo más de esta práctica que nos apasiona, y nos une. ¡Y espero que logres alcanzar tu fantasía sondera! ;P 

Con todos vosotros: Eric, desde Argentina...

SOUNDING ENTREVISTA A...


Nombre / Alias: Eric.

Edad: 27 años.

Nacionalidad / Lugar de residencia: Argentina.

Altura: 1,81 mts.

Peso: 58 kgs.

Polla (medidas; circuncisión): 14 cms. de polla sin circuncidar.

 Orientación sexual: Hetero.



P.- En el mundo del sounding masculino, ¿qué es lo que te mola hacer? ¿Sólo mirar, participar sondando a otros, sondarte tu polla y/o dejar que te la sonden?

R.- Sobre todo que me sonden la polla mientra observo, sino mirar a otros (por ejemplo en Pornhub) mientras me sonde.


P.- ¿Cómo y cuándo descubriste el mundo del sounding?

R.- Creo que fue viendo videos en la categoria BDSM, hace aproximadamente dos años o un poco más. Pero pasó un tiempo hasta que me animé a probar.


P.- ¿Cómo fue tu primera sondada?

R.- Rara, jaja, y tengo entendido que es normal, pero con el tiempo se volvía placentero y cómodo.


P.- ¿Qué objetos has usado para follarte el rabo, y cuáles son tus preferidos?

R.- Al principio usaba cables de auriculares ya que es algo blando y delgado, luego lo insertaba doblando los cables para más grosor, más adelante probaba con cables más gruesos como los de USB, etc. Ahora el que más uso es un palillo chino de acero inoxidable que es muy cómodo por su grosor medio y dentro de todo largo.


P.- ¿Cómo te gusta sondarte la polla, y cuál fue la sondada con que más disfrutaste?

R.- Aún no tengo alguna manera favorita pero una que me gustó muchísimo fue mientras mi novia me follaba con un dildo y yo me sondeaba, eran dos cosas q comenzaba a experimentar y fue WOW, jaja.

 

P.- ¿Prefieres sondarte en solitario, o has practicado sounding con más gente?

R.- Generalmente lo hago solo y pocas veces con mi novia (porque ella tiene miedo de hacer algo mal y lastimarme, aunque yo le explico cómo hacer).


P.- ¿Prefieres sondarte en tu habitación, en algún otro lugar de la casa, o has probado a meterte cosas por la polla en sitios externos a tu domicilio?

R.- Sólo he probado en la habitacion de mi casa y en la de mis suegros, no recuerdo haberlo hecho en algún lugar externo pero suena interesante, aunque follar en exteriores eso sí que es lo más. La próxima debería incluir un sondeada.


P.- ¿Cuál es la experiencia sondera más morbosa que has vivido?

R.- Creo que hasta ahora nada, jaja, pero recién entro en este mundo así que capaz me sucede algo, y cuando pase te lo comentaré.


P.- ¿Alguna fantasía por cumplir en referencia al sounding?

R.- Un trío en el que me sondeen y follen el culo a la vez, medio difícil suena pero bueno, jaja.

sábado, 23 de abril de 2022

Sounding relatos: Experimentando el sounding siendo controlado

 

¡Saludos, morbosetes y amantes del sounding! Como muchos de vosotros sabréis, hoy es el Día Internacional del Libro. Una jornada para fomentar la lectura, recordar la importancia del libro en la historia de la humanidad y, en definitiva, celebrar la cultura, que este año he creído conveniente festejar también desde el blog. No sólo con vídeos o imágenes podemos disfrutar y aprender sobre sounding. También un buen relato puede acercarnos al mundo de la práctica que tanto nos apasiona. De hecho, son varios los relatos centrados en el sounding que a lo largo de la historia del blog han ido apareciendo por aquí. Hoy, os dejo con uno más. En este caso concreto, se trata de una pequeña obra escrita por Habu (kthdun@gmail.com): un prolífico escritor centrado en las historias eróticas, con más de 100 títulos a la venta, y de cuyos trabajos podréis conocer más a través de la web BarbarianSpy. Este relato en concreto sería publicado el 16 de enero de 2.015 en la web GayDemon, centrándose en la supuesta propia experiencia vivida por el autor en relación con el sounding. Os dejo la historia narrada en su lengua original (inglés), ofreciéndoos posteriormente una traducción al castellano. Su título es "Experiencing G-M Partnered Sounding", que he venido a traducir como "Experimentando el sounding siendo controlado". Espero que os guste :)

 EXPERIENCING G-M PARTNERED SOUNDING

"I like to write edgy gay male stories, but I'd never even heard of the act of sounding before someone remarked on a gay story site that they had trouble finding such stories. I looked the term up and was both intrigued and shocked, wanting to include sounding by one man of another in a story but having no context I could put it in.

I usually write from experienced emotions, and I didn't think I could do justice to the sounding experience in a story without having had the experience myself. I mentioned that to my steady male lover at the time, a university exchange student from Lebanon, who had been sent from Beirut by an old lover specifically for me to mentor at the local university in exchange for regular, dominating sex. To my surprise, Samir (I'll call him Samir, not the least because that was his name) said he had been sounded back in Lebanon and knew of a tattoo artist in this university town who did soundings.

I left it at that for a couple of weeks, afraid to pursue the issue, but my muse increasingly pressed me to write about sounding. I had been challenged to do so. The tattoo artist had rooms above his shop. He was a wiry, bald, but hard-muscled guy, probably in his late thirties, who was a walking billboard for his craft. I normally would not have chosen someone like him to have sex with, but he had something I wanted to acquire, and there Samir was, egging me on. He seemed as excited for me to have the experience as I was to learn of such a strange experience.

The tattoo artist told me that the key to sounding was that I remain absolutely still through the experience so that no internal damage was done-that after my urethra canal, running down my shaft, toughened to the experience through multiple use with wands-rods-of increasing thickness, the worry of damage would lessen. I was trembling. I had no plans at that point to have more than the one experience-and with the thinnest wand possible-so that I could write about it.

Seeing that I already was trembling at the mere idea of it, the tattoo artist said that the best position for me would be sitting on his cock in his lap, with my extremities immobilized. I told him I was worried about giving up full control, and his answer was that that was the whole point of one man sounding another. I would have to be submissive to his every command. And, as preparation, he would need to fuck me first and take full control of me. That I would have to be completely submissive to him; if I couldn't fully submit to him, he wouldn't provide the experience.

With Samir watching, I let the man bend me over his bed and fuck me from behind. As he did that, he gave me commands of positions to take and responses to make with my hands and channel muscles. He commanded that I hold the urge to ejaculate, and I did so, with difficulty. When he was satisfied that I would follow commands immediately, he showed me the sounding rods, saying he would use no more than two of the smallest ones on me in this first experience. Then he explained what he was going to do with them, in detail.

I almost backed out at that point, but Samir was giving me encouraging looks, and I didn't want to disappoint Samir, who had set this up at my request. Once again the tattoo artist said I'd have to remain completely still, but that I didn't have to hold off ejaculation. I could let it flow; I would just have to combat the urge to jerk while I did it if a wand was inside the canal.

He said that if I waited for the wand to be extracted, though, the experience of ejaculation during the extraction would be explosive and I could jerk freely-and probably would want to. When we had both cooled off, he sat in a straight chair, commanded me to kneel between his legs and service his cock with my mouth, which I did, and to roll the condom on him when he was hard and spray his cock and my channel with lubricant again, which I did. Then he pulled me onto his lap and cock, facing away from him. He worked his knees between my thighs and forced my legs wide apart, immobilizing them. He had Samir pull my arms around to his back and handcuff them, immobilizing them as well. He lifted and lowered my channel on his hard shaft until he was satisfied that he was in complete control of me. I had gone hard in the process.

He then had to repeatedly tell me to relax, hold still, and breathe naturally as, holding the bulb of my now-hard cock erect between two fingers of one hand and squeezing it to open my piss slit, he slowly pushed the silver sounding wand with a slight bulge at the end into my urethra canal and fed it down in a slight curve into the narrow canal. As he did so, I could feel his cock throbbing inside me, and I could tell that he was as keyed up as I was. He kept murmuring encouragement in my ear as I laid my head back in the hollow of his shoulder and whimpered at the feel of the hard steel penetrating down the length of my shaft, telling me how nice my cock was and how well I was doing. At length he told me the wand was in four inches, that he was going to twirl it a bit to give provide me the sensation of that and then extract it and replace it with a thicker one. And then that he was going to fuck my cock with the thicker one.

I gasped as he slowly pulled the rod out and almost ejaculated then. I trembled almost uncontrollably as the larger wand entered the canal and he stopped and murmured to me to relax, hold still, and breathe naturally. He was hard as a rock inside me, and I was concentrating as much on his cock inside me as on the wand. He was breathing heavily now, as much into the experience as I was.

He told me that the thicker wand was in deeper than the first one had been, but he didn't say how much deeper. He said then that he was going to start fucking the channel with it and that, although I could flow with the wand in, perhaps I'd want to warn him when I was about to come and he'd pull the wand out. He said the ejaculation I experienced from sounding would be like no other and that it might be best, especially the first time, if the wand was out, because I'd probably want to jerk and shudder as I spouted. He began moving the wand up and down, slowly, in the canal, and it did feel very much like fucking. He twirled it. Emitting little gasps and working hard to maintain control of myself, while lost in the new sexual sensations I was feeling, I felt myself ready to blow, and told him I was about to. He extracted the wand as I shot out onto the carpet, now free to shudder almost uncontrollably-and doing so. He was right. The ejaculation was extraordinary. I felt my whole body collapse into itself and go weak and trembly like a bowl of Jell-O.

Telling me how good I'd been, he stood, bringing me up with him, took two steps to the side of the bed, bent me over the bed again, and fucked me to his ejaculation. Afterward he put his mouth to my ear and whispered to me that he wanted me to come back to him for more. It didn't sound so much a request as it did a command, though, which frightened me.

It particularly frightened me because I could see where this fetish could become an obsession. And I didn't want it to become that with me.

I admit that I did go back to him a couple of times, enjoying the experience each time with progressively thicker wands, and wanting that special ejaculation, but I eventually stopped it as having been something to experience but not to practice regularly-afraid more of the emotional and mental control aspects of it than of the physical act. Fundamentally, I didn't want the tattoo artist to control me, and he would do so as long as I came back to him-and I would likely sink deeper and deeper into his control the longer I let him dominate me this way. The man who had initiated me into male-male sex had controlled me totally and used me mercilessly, and I didn't want to give up that much control ever again.

After the third and last session with the tattoo artist, I did let Samir, who dominated me and who I totally trusted, sound me a few times himself, and I felt a closer connection with him when he did it than I'd felt with the tattoo artist. With Samir, the familiarity and trust level permitted us to come almost simultaneously. Also, Samir continued practicing this on himself in my presence before we fucked, increasingly so when he knew I was aware of the practice, and it was arousing to me to watch him work himself with the sounds.

During that first session, the tattoo artist offered to sound Samir, who was willing, so that I could watch the effect on someone more experienced and able to take thicker wands longer and deeper. And from those experiences, I felt able to write stories about sounding and have included it in several of my stories"

"Me gusta escribir atrevidas historias gays, pero nunca había escuchado hablar de la práctica del sounding hasta que alguien comentó en una página dedicada a los relatos gay que tenía problemas a la hora de encontrar historias basadas en tal técnica. Busqué el término y me intrigó y conmocionó a la vez, queriendo incluir la sondada de un tipo a otro hombre en un relato, aunque no encontraba el contexto donde meterlo.

Habitualmente escribo basándome en las emociones experimentadas, y pensé que no le haría justicia a la experiencia sondera en un relato sin haberlo experimentado previamente por mí mismo. Se lo mencioné al que era mi amante masculino estable por entonces, un estudiante universitario de intercambio procedente del Líbano, que había sido enviado desde Beirut por un antiguo amante específicamente para mí como mentor en la universidad local a cambio de sexo regular y dominante. Para mi sorpresa, Samir (le llamaré Samir, no por nada sino porque ése era su nombre) dijo que él había sido sondado en el Líbano y sabía de un tatuador en esta ciudad universitaria que lo llevaba a cabo.

Lo dejé así durante un par de semanas, temeroso de continuar con el tema, pero mi musa me presionaba cada vez más para que escribiese sobre sounding. Me habían desafiado a hacerlo. El tatuador tenía habitaciones sobre su establecimiento. Era un tipo enjuto, calvo, pero bien musculado, probablemente de treinta y muchos, convertido en un cartel ambulante de su propio oficio. Normalmente no habría escogido a alguien como él para tener sexo, pero tenía algo que yo quería adquirir, y allí estaba Samir, incitándome. Parecía tan excitado porque yo tuviese tal experiencia, como yo lo estaba por aprender sobre esa práctica tan extraña.

El tautador me dijo que la clave en el sounding era que permaneciese completamente inmóvil durante la sesión, para no sufrir así ningún daño interno. Que tras experimentar con varillas de diverso grosor, el peligro de daño disminuiría. Estaba temblando. No tenía pensado tener ninguna experiencia más, y ésta con la varilla más fina posible, con el único fin de poder escribir sobre ello.

Viendo que yo ya estaba temblando sólo con mencionarlo, el tatuador me dijo que la mejor posición para mí sería sentado sobre su polla y recostado sobre su regazo, con mis extremidades inmovilizadas. Le dije que me preocupaba perder el control total, y su respuesta fue que ése era el punto clave en la sondada de un hombre a otro. Tendría que ser un sumiso a su completa disposición. Y, como preparación, necesitaba follarme primero y tomar control total sobre mí. Tendría que ser completamente sumiso con él; si no lo era, no me proporcionaría la experiencia.

Con Samir mirando, dejé que el tipo me inclinase sobre su cama y me follara desde atrás. Mientra lo hacía, me fue dando órdenes sobre cómo ponerme y qué hacer con mis manos. Me ordenó que me aguantase las ganas de eyacular, y así lo hice, aunque con dificultad. Cuando estuvo satisfecho sobre cómo seguía sus órdenes inmediatamente, me mostró las varillas de sounding, diciéndome que usaría sólo las dos más pequeñas durante mi primera experiencia. Entonces me explicó detalladamente qué iba a hacer con ellas.

Casi me echo para atrás en ese momento, pero Samir me miraba alentadoramente, y no quería decepcionar a quien había organizado este encuentro por petición mía. Una vez más el tatuador me dijo que tenía que permanecer completamente inmóvil, pero que no tenía que contener la eyaculación. Podría dejarla fluir. Lo que debía aguantar eran las ganas de masturbarme mientras tuviera una varilla dentro de la uretra.

Me comentó que si esperaba a que la varilla fuese sacada, la experiencia durante la extracción sería explosiva y podría masturbarme libremente, incluso seguramente querría hacerlo. Cuando ambos nos calmamos, se sentó en una silla recta, me ordenó arrodillarme entre sus piernas y meterme su polla en la boca, lo cual hice, para ponerle un condón una vez se le hubiera puesto dura, rociando su verga con spray y mi ano con lubricante, obedeciendo nuevamente. Entonces me acercó a su regazo y polla, de espaldas a él. Puso sus rodillas entre mis muslos y forzó mis piernas para separarlas, inmovilizándolas. Le dijo a Samir que pusiera mis brazos sobre mi espalda y los esposara, inmovilizándolos también. Entró y salió de mi ano con su verga erecta hasta que se sintió satisfecho por tener control total sobre mí. Me había esforzado mucho en el proceso.

Tuvo entonces que repetirme que me relajase, que permaneciese inmóvil, y que respirase con naturalidad mientras, agarrando con dos dedos de una mano el glande de mi verga, que se me había puesto bien dura, y apretando para que se abriese el meato, me introdujo lentamente la varilla plateada con una bola en la punta dentro de mi uretra, haciendo una curva para meterlo dentro de lo estrecho del canal. Mientras lo hacía, pude sentir cómo su polla latía dentro de mí, dándome cuenta de que estaba tan excitado como yo. Siguió susurrándome palabras de ánimo en mi oído mientras apoyaba mi cabeza sobre su hombro y sentía el duro acero penetrando a lo largo de mi uretra, diciéndome lo bien que se sentía mi verga, y lo bien que lo estaba haciendo. Entonces me dijo que tenía metidos unos diez centímetros de  varilla, que la iba a girar un poco para que viese la sensación que producía, y entonces la sacaría y reemplazaría por una más gruesa. Después, me follaría la verga con ésa.

Jadeé mientras sacaba lentamente la varilla y casi eyaculo. Me puse a temblar casi incontroladamente mientras la siguiente varilla entraba en el canal, paró y me susurró que me calmase, que permaneciese quieto y que respirara con naturalidad. Sentía su polla tan dura dentro de mi culo, que estaba tan concentrado en su verga como en la varilla. Estaba respirando tan profundamente, como yo estaba metido de profundo en la experiencia.

Me dijo que la nueva varilla había entrado más que la primera, aunque no me comentó cuánto más. Me dijo entonces que iba a comenzar a follarme la uretra con la varilla y que, aunque podía correrme con ella dentro, quizás querría avisarle cuando estuviera a punto para que así él pudiera sacarla. Me dijo que la eyaculación que experimentase con la sondada sería como ninguna otra, y que sería incluso mejor, especialmente la primera vez, si la varilla estaba fuera porque seguramente querría masturbarme mientras lefaba. Comenzó a mover la varilla arriba y abajo, lentamente, por la uretra, y sentí como si realmente me la estuviera follando. La giró. Emitiendo pequeños jadeos e intentando mantener el control de mí mismo, mientras me perdía en las nuesvas sensaciones sexuales que estaba sintiendo, sentí que estaba listo paa eyacular, y se lo comenté. Extrajo la varilla y me corrí sobre la alfombra, libre para sacudirme sin control, y así lo hice. Estaba en lo cierto. La corrida fue extraordinaria. Sentí mi cuerpo entero colapsado sobre sí mismo y temblando como un tazón de gelatina.

Diciéndome lo bien que había estado, se puso de pie, llevándome con él, dio dos pasos hacia la cama, me inclinó sobre ella de nuevo, y me folló hasta correrse. Acercó su boca a mi oído y me susurró que quería que volviese a por más. No sonaba como una petición, sino como una orden, lo cual me asustó. Especialmente, porque podía ver cómo este fetiche podía convertirse en una obsesión. Y no quería que se convirtiese en tal. 

Admito que regresé un par de veces, disfrutando de la experiencia cada vez con varillas progresivamente más gruesas, y esperando esa eyaculación tan especial, pero finalmente paré dado que había sido algo para experimentar, pero no para practicar de manera regular, temeroso más por los aspectos de control mental y emocional, que por el mismo acto físico en sí. Fundamentalmente, no quería que el tatuador me controlase, y él lo haría siempre que yo regresase, y yo caería más y más profundamente en su control cuanto más tiempo le dejase dominarme de esta manera. Aquel que me había iniciado en el sexo entre hombres me había controlado totalmente y usado sin piedad, y no quería ceder tanto control nunca más.

Tras la tercera y última sesión con el tatuador, dejé a Samir, el cual me había dominado y en quien había confiado plenamente, que me sondase varias veces él mismo, y sentí una conexión más cercana a él cuando lo hizo que cuando me lo llevó a cabo el tatuador. Con Samir, la familiaridad y el nivel de confianza nos permitía corrernos casi simultaneamente. Incluso, Samir continuó sondándose en mi presencia antes de que follásemos, más cuando supo que estaba al tanto de la práctica, excitándome al verle practicando con las sondas.

Durante aquella primera sesión, el tatuador se ofreció a sondar a Samir, el cual estaba dispuesto, para que así pudiese yo ver el efecto en alguien más experimentado y capaz de practicar con varillas más gruesas, por más tiempo y de manera más profunda. Y a partir de esas experiencias, me sentí capaz de escribir historias sobre sounding así como incluirlo en varios de mis relatos."

miércoles, 20 de abril de 2022

Ronda de PAs

 

¡Saludos, morbosetes y amantes del sounding! Son muchas las ocasiones en que han aparecido por el blog sondándose chicos con piercings en los genitales. Incluso dedicamos en exclusiva un artículo a tales tipos de perforaciones, enumerándolos y hablando de cada uno de ellos. También nos hicimos eco de un estudio según el cual uno de cada cuatro portadores de piercing peneano era también amante del sounding. Sin embargo, y aunque ya han visto la luz varias entradas basadas en las folladas uretrales de tíos con doble agujero, o de éstos con el piercing PA puesto, se echaba en falta una ronda centrada en maromos con PA en general a los que les mole follarse el rabo, ¿no creéis? ;)

Siempre he opinado que de lucir un piercing PA a la práctica del sounding, hay un límite muy estrecho. Es más: realmente todo el que lleva un Príncipe Alberto en la punta de la verga, está practicando sounding sin quererlo, o queriéndolo... Este tipo de piercing conlleva el portar permanente una porción de la argolla escogida dentro de la uretra. Concretamente a través de la fosa navicular. ¿Acaso el sounding no comporta lo mismo? ;)

Os dejo con una tanda de maromos con piercing PA que nos mostrarán, además de su argolla y/o segundo agujero, su pasión por las folladas de rabo. Algunos, como RuFFus FLod_Sloppy Hollow no andan quitándose el Prince Albert para jugar...

Los hay, como VikingDickSmith, que disfrutan de las sondadas tanto con el piercing PA puesto, como quitado, sin dudar en hacer uso del doble agujero para saborear aun mejor la petada de su rabo, llegando a aprovecharlo a fin de ejecutar una triple inserción bastante particular...

Otros, como Sethevermore, intentarán sondarse con el piercing puesto, pero tendrán finalmente que desistir de él. No es problema. Lo importante es tener ganas de follarse el cipote, y como el doble agujero persiste, siempre está la opción de incluirlo en los juegos, como hacen Capreolis y Handsfree_Guy, gozando así aún más de la uretra.  Comprobadlo por vosotros mismos, ¡y disfrutadlo! ;)



lunes, 18 de abril de 2022

Fumesbator te enseña a follarte el rabo con un condón

 

¡Saludos, morbosetes y amantes del sounding! ¿Qué tal han ido esas vacaciones o días libres de Semana Santa? ¿Habéis recargado pilas? Si venís descansados, listos y con energías para afrontar lo que queda de curso antes del verano, entonces la entrada de hoy os gustará. Con nosotros tendremos a Fumesbator enseñándonos cómo follarnos el rabo con un condón.

A Fumesbator lo hemos podido ver en varias ocasiones previas por el blog. Participó, por ejemplo, en el concurso por el décimo aniversario. Es todo un colega sondero, seguidor de este espacio y morboso donde los haya. Una de sus especialidades es petarse el rabo con un preservativo. Una práctica muy curiosa que ya hemos visto ejecutar con anterioridad, pero que Fumesbator nos mostrará paso a paso, a fin de ilustraros y, a la par, haceros gozar con la exhibición. Para ello, sólo necesitáis un dilatador o útil similar, un condón, lubricante y... ¡muchas ganas de disfrutar de la uretra! 

Veámoslo primero, paso a paso...



¿Qué os ha parecido? ¿Le habéis cogido el truquillo? Si es así, podéis pasar a la segunda fase, consistente en sumar condones. ¿Cómo? Fumesbator nos los vuelve a mostrar. Os dejo con él para que aprendáis, ¡y disfrutéis!








sábado, 9 de abril de 2022

Caretos

 

¡Saludos, morbosetes y amantes del sounding! Llegaron las fiestas y vacaciones de Semana Santa, y antes de tomarme unos días libres para descansar, he querido dejaros en estas fechas de pasión con unos auténticos apasionados por el sounding. O al menos, eso es lo que se adivinaría al ver sus caras...

Si bien hay tipos que demuestran lo bien que lo pasan petándose el rabo con los gemidos que pegan, otros por el contrario, aun en silencio, lo expresan con sus caretos. A veces, justo al empezar la jugada, mostrando las ganas que tienen de ponerse a ello. En otras ocasiones, al finalizar y sacar el útil de la uretra con el que se la han follado, contentos del resultado. Incluso basta una mirada fija en la polla y unos labios entreabiertos mientras se sondan para saber que lo están viviendo plenamente. Indubitable, cuando en plena sondada abren la boca de placer. Caretos como los que muestran los tipos que vienen a continuación. Auténtica pasión sondera, para unos días de pasión. ¡Disfrutadlos! ¡Y felices vacaciones!



jueves, 7 de abril de 2022

Inmovilizados

 

Algunas mistresses lo tienen claro: si es necesario inmovilizar al sumiso para hacer con ellos lo que les plazca, pues se les inmoviliza, y punto. Una de ellas es Jasmine Méndez, que no lo dudará a la hora de atar al chaval que ha caído en sus manos, incluso de amordazarle, para poder sondarle sin que éste se queje ni mueva...


Pero no será la única mistress que eche manos de las riendas para inmovilizar a los desafortunados, o no tan desafortunados, que tienen delante de ellas...

Otras, en vez de cintos o riendas, harán uso de la camisa de fuerzas. Siempre son efectivas. Como efectivas deben de ser las sondadas que estas mistresses ejecutan, a juzgar por lo dura que se ponen estas vergas, y los lefazos que alguna termina lanzando... ¡Comprobadlo por vosotros mismos! ;)

martes, 5 de abril de 2022

Men´s Health habla sobre el sounding

 

Men´s Health es una revista mensual dedicada al público masculino, con sede en Nueva York (USA) aunque distribuida por más de 40 países a lo largo y ancho de todo el mundo. Considerada una de las publicaciones masculinas principales del planeta, la misma se centra fundamentalmente en temas de salud, nutrición y deporte, sin que falten miradas hacia la moda y los estilos de vida que afectan al hombre actual.

Curiosamente, en diciembre de 2.019 la edición norteamericana de esta revista publicaba un artículo escrito por Zachary Zane dedicado a un tema que a nosotros nos es muy conocido, pero no así para el gran público: el sounding. Bajo el título "Sounding is a kink that involves putting a metal rod in your urethra; you might see pain, but some guys see pleasure" (El sounding es un morbo que conlleva insertar una varilla metálica en tu uretra; es posible que lo veas como algo doloroso, mientras que otros lo ven como algo placentero), el artículo explicaba primeramente en qué se basaba esta práctica, entrevistando después a tres tipos que la han llevado a cabo: Jacques, de 42 años, Tony, de 54, y Alex, de 55 -si bien los nombres de Tony y Alex habían sido cambiados para proteger el anonimato de los entrevistados. Jacques había ejercido el sounding unas 20 veces. Alex sólo tres, mientras que Tony lo había practicado alrededor de las 100.

Si bien personalmente no coincido con el autor del artículo, cuando al iniciarlo clasifica la práctica como una de las más técnicas sexuales más extremas con las que nos podemos encontrar, a la altura de aquéllas que conllevan la aparición de sangre, es curioso por el contrario leer la descripción que dan sobre el sounding, a la par que ilustrativas las experiencias narradas por los chicos entrevistados. Aunque posiblemente lo más llamativo, es el mismo hecho de que de este tema se hable abiertamente en una revista de tan amplios seguimiento y tirada. ¿Os apetece leer el artículo y saber qué nos cuentan Jacques, Tony y Alex? He intentado traducirlo al castellano lo mejor posible. ¡Aquí lo tenéis! ;)


 ¿Sounding uretral? ¿Qué es eso?

El sounding uretral conlleva la inserción de una sonda -una varilla larga y fina, habitualmente realizada en acero quirúrgico- a través de la abertura de tu uretra. Sí, estamos hablando del agujero para mear. El sounding no es en realidad exclusivo de aquellos que tienen pene; quienes tengan vagina pueden experimentar el sounding, si bien la técnica es diferente ya que (lógicamente) penes y vaginas tienen constitución diferente. Sin embargo, la práctica del sounding parece ser mucho más popular entre quienes tienen pene.

De acuerdo con Healthline, el sounding comenzó como un procedimiento médico destinado a eliminar bloqueos en la uretra. Aun hoy, los urólogos sondarán a un paciente si se topan con una constricción uretral (un bloqueo o cierre de la uretra).

En un marco sexual o morboso, los hombres no son sondados a fin de eliminar bloqueos. Son sondados porque se siente bien. De hecho, la uretra tiene un montón de terminaciones nerviosas que pueden proporcionar un intenso placer si son estimuladas con acierto. Si la sonda se inserta lo suficiente, puede incluso estimular la próstata, que es habitualmente conocida como el punto P, o el punto G masculino. Ahí es cuando dicen que se siente realmente bien (en caso de que tus conocimientos de anatomía masculina necesiten ser refrescados, la uretra araviesa la próstata en su camino hacia la vejiga; este área es llamada la uretra prostática).

Hay un montón de malentendidos en cuanto al sounding. "La mayoría de la gente piensa que duele, pero no es así -si sabes qué estás haciendo", explica Cory B., educadora sexual que ha sondado hombres en unas diez ocasiones. "No tiene por qué ser algo masoquista o necesariamente excéntrico, de hecho he llevado a cabo el sounding en sesiones suaves" (en un marco morboso, una sesión es cualquier actividad sexual donde las partes han debatido previamente qué quieren y qué no quieren llevar a cabo).

¿Cuáles son los riesgos del sounding?

Hay, por supuesto, algunos riesgos con el sounding incluyendo infección bacteriana si la varilla no ha sido adecuadamente esterilizada. Otros peligros incluyen desgarro o incluso perforaciones en el tejido uretral, que pueden derivar en daños permanentes.

Hemos entrevistado a unos cuantos hombres relacionados con el sounding a fin de entender mejor cómo un chico llega a encontrarse a sí mismo insertándose una varilla dentro del pene, junto con cómo, exactamente, esta sensación extraña se siente. 


-¿Cómo supiste del sounding?

Tony: Para ser honesto, no estoy seguro de dónde escuché sobre el sounding por primera vez. Estando metido en el mundo del BDSM y de los fetiches desde mi adolescencia, que era el porno sobre el que rondaba, fue probablemente en una web de tal temática.

Alex: Me inicié en este morbo hace unos seis años. Comencé despacio, como "vainilla", hasta hace unos tres años, cuando las cosas comenzaron a subir de nivel, sin embargo había una larga lista de prácticas que no tenían sentido para mí. El sounding era una de ellas.

 

-¿Por qué te decidiste a probarlo?

Tony: Siempre he estado interesado en experimentar diferentes fetiches y prácticas sexuales. Era algo que había visto; parecía interesante y quise intentarlo. Había llevado a cabo una sesión con una dominatriz llamada Mz. Berlin. Sabía que ella tenía un poco de experiencia con el sounding, así que tras la sesión, le pregunté si estaría dispuesta a sondarme, y me dijo que sí.

Alex: Actualmente pertenezco a una dominatriz (significa que Alex es el sumiso en una BDSM relación donde tiene que hacer todo lo que su dueño, una dominatriz, le pide). Un día estábamos discutiendo sobre que debíamos incluir en la siguiente sesión, y le dije que debía llevar a cabo todo lo que ella quisiera. Me contestó, "me encanta sondar hombres". Lo busqué. Me horroricé cuando lo encontré en Google.

Jacques: La primera vez fui sondado por mi esposa -la mujer con la que estábamos jugando le enseñó cómo. Me vendó los ojos porque decían que mirar podía producir shock en algunos hombres, pero ahora prefiero verlo.

 

-¿Tuviste miedo la primera vez?

Tony: No. Berlin era una jugadora con mucha experiencia. Sabía que ella conocía lo que estaba haciendo, y lo estuvimos llevando a cabo tras nuestra sesión, así que todo fue muy relajado.

Alex: Ten por seguro que tenía miedo. No por las sensaciones, sino por acabar con algún daño permanente.

Jacques: Estaba un poco asustado al principio.

 

-¿Qué es lo que te gusta del sounding?

Tony: Me gusta la intimidad. Me encanta la expresión que refleja la cara de una mujer cuando ve por primera vez mi polla tragando una brillante varilla metálica. Y me gusta el desafío - ¿cuánto puedo tragar?

Alex: Nada en particular sobre la sensación real. De hecho, es bastante suave comparada con otras sensaciones. Me produjo picor cuando fue llevado a cabo mediante electroestimulación. En términos psicológicos, me gusta entregarme a mi dueña. Me gusta el rol inverso que conlleva el que me folle. Me está metiendo algo dentro, en vez de ser yo quien le mete el pene a ella.

Jacques: Me gusta la sensación producida dentro de la uretra. Esos nervios nunca han sido tocados y parece sentirse dentro un pequeño cosquilleo orgásmico. Si llega a la próstata, es especialmente placentero, y llego al orgasmo. Aunque sea sin eyaculación. Me encanta también la atención puesta en mi polla.

 

-¿Cómo se siente?

Tony: Bien hecho, se siente como me imagino que debe sentirse una mujer siendo follada -sintiendo la palanca entrando y saliendo.

Alex: Para mí, no es tan intenso como una sensación física. No estoy seguro si otras personas lo experimentan de forma diferente. Es un poco como si te acariciasen el pene, pero por dentro.

Jacques: No duele, pero es extrañamente placentero. Un consejo: no temas una vez dentro, incluso aunque estés asustado. Mantén la calma y hazlo todo despacio.

 

-¿Algo más que te gustaría añadir?

Tony: No tengas miedo. Si es algo que te gustaría probar, ¡adelante! Encuentra una dominatriz profesional o un jugador con experiencia y experiméntalo por ti mismo. Sobre todo, ¡disfrútalo!

Alex: Para mí, forma parte del BDSM buscar sensaciones salvajes que paren la parte demasiado analítica de mi mente. Busco el equivalente morboso de un "estado zen". Uno de los más alto objetivos para un sumiso es entrar en un "subespacio", donde existes sin ego, estando en todo momento presente. Es fabuloso. Es espiritual. Es trascendental. El sounding es un posible colaborador a la hora de lograr alcanzar ese subespacio.

sábado, 2 de abril de 2022

Que no se escape

 

¡Saludos, morbosetes y amantes del sounding! Ya visteis, a través de la última entrada publicada justo al término del mes de marzo, que no son pocos los que gustan de sentir cómo un útil les rellena por completo la verga hasta verlo por completo desaparecer en el interior de ésta. A mí, personalmente, me encanta. Hay otros a los que, sin embargo, lo que más les pone es algo parecido, pero con sus propias particularidades. Se trata de insertar un objeto, y fijarlo bien para que permanezca metido sin que se salga...

Para tal fin fueron diseñados unos anillos que, sujetados a la verga, y más concretamente asidos tras la corona del glande, en el punto de unión entre éste y el resto del tronco peneano, se mantendrían fijados en el cipote y, con ellos, el objeto que a éstos fuese a su vez ligado y metido en la uretra. El más sencillo es el conocido como Cum stopper que, como su propio nombre indica, sirve supuestamente para impedir que el semen salga de la uretra durante la eyaculación. Para ello, una bola se introduce en la fosa navicular, y persiguiendo que ésta no escape, la misma va unida a través de una tira curva a tal anilla, fijada a su vez y previamente al pene. Éstos pueden ser de metal o silicona, o alternar ambos materiales a la vez.

 

Existen también las sujecciones regulables, más fáciles de colocar que las anillas, especialmente en el caso de las metálicas -pudiendo no ser aptas para todo tipo de grosor de penes- y pensadas principalmente para los juegos de electroestimulación...

Si bien las de silicona en general, gracias a las características de su material, pueden adaptarse mejor a todo tipo de diámetro peneano, así como al engrosamiento de éste al entrar en erección, figurando así la anilla de silicona también en el siguiente nivel: los penis plugs.


Los Penis plugs, de los que ya hablamos con anterioridad y en exclusividad en el blog, son pequeños juguetes diseñados para follarse el rabo, sin alcanzar las dimensiones del dilatador ni del juguete uretral similar en longitud a éstos. Muchos de ellos ofrecen algún tipo de mango para poder asirlos mejor durante la sondada. Los hay que, como los cum stoppers, presentan un anclaje que los une a una anilla con la que poder fijarlos a la uretra sin que puedan escaparse, sintiéndolos así dentro de la verga durante un periodo de tiempo, o poder masturbarte con ellos sin tener que preocuparte por que se salgan de la pirula o no.

Al contrario que con los cum stoppers, en el caso de los penis plugs con argolla, no se coloca primero el anillo para después, girando el anclaje de la bola, insertar ésta en la fosa navicular. En éste caso, dada la mayor longitud de elemento a introducir, se mete primero el plug para después girar la anilla sobre la cara anterior del glande, hasta que éste quede colocado tras la corona, y que así el útil -ya quede unido a la argolla por la cara posterior del glande, por un lateral o por la parte anterior- no pueda salirse.



Y una vez fijado, ya sólo queda disfrutar del penis plug sin temer que se escape, como bien hace Faniello...

Es posible también encontrar penis plugs con doble argolla, asegurando aún más la sujección con una anilla anclada en el tronco del pene, mientras la otra permanece igual que las anteriores bajo la corona del glande.

 

Aunque para los menos sofisticados, o sencillamente los que no puedan permitirse y/o acceder a este tipo de penis plugs, siempre existe la opción de crearnos nuestro propio plug con sujección, tal y como hace MUWearUS, añadiéndole una goma del pelo al asidero del mismo...
 

Y es que, como siempre se ha dicho, la necesidad es la madre del ingenio, y si de lo que se tiene ganas es de que el útil que tengamos a manos para follarnos el rabo no se escape, sólo hay que tirar de imaginación, como los siguientes maromos hacen, y auxiliándose de unas gomas, unos cordones o simplemente un condón, cumplir con los deseos más sonderos... ;P ¡Disfrutadlos!


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