Lo bueno de los catéteres médicos es que, justamente al ser un producto sanitario, se puede encontrar no sólo en tiendas eróticas sino además en cualquier farmacia. Lo bueno también es que quien nos lo venda posiblemente no se imaginará que la verga por la que se va a introducir no es la de un enfermo, sino la de un maromo como el que os dejo a continuación, al que le mola follarse el rabo y meterse cosas por la uretra, que de este modo no sólo consigue practicar sounding, sino hacerlo de manera higiénica, segura, e incluso pudiendo alcanzar la propia vegija con el placer extra que eso conlleva, tal y como este tipo decide mostrar frente a la cam.
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