En la mayoría de las ocasiones, el morbo que produce mirar una práctica sexual deriva de ver con todo detalle cómo alguien practica la misma. Sin embargo el audio puede influir notablemente, y una buena acústica del momento y un buen acompañamiento con sonido puede multiplicar la morbosidad de lo que estamos viendo. Un estupendo ejemplo sería el vídeo que os traigo a continuación, donde no sólo es impresionante observar cómo este chaval se mete un dilatador entero dentro de su verga, sino que además escucharle gemir de placer mientras lo hace y logra puede producirnos tanto gozo como el que él consigue jugando : P
Este parece ser muito exitant
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