Una de las virtudes del arte es poder traer a la vida aquellos seres que campan por nuestra imaginación. Muchos de éstos personajes tienen cabida en ramas como el comic o los dibujos animados, donde son humanizados y reflejan comportamientos propios de los hombes, incluidos los sexuales. Así, podemos toparnos con animales que practican sin complejos juegos propios de la raza humana, entre los que no podía faltar el sounding. Y a algunos parece que les encanta, o eso podríamos pensar después de observar a estos humanizados asnos y caballos, perros, tigres y hasta rinocerontes que disfrutan, como nosotros, metiéndose varillas, cadenas perladas y hasta el mismo dedo dentro de su uretra.
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