El sounding, como cualquier otra práctica sexual, no es algo propio sólo de una cultura o de un país. Chicos y tíos de todo el mundo se atreven a meterse cosas por la polla, desde América hasta Japón, pasando por todas las naciones de Europa. Suecia se encuentra entre ellas, y maromazos como el que os traigo hoy no sólo cumplen con la idea de que los suecos tienen unos cuerpazos de escándalo (y pollas bien hermosas y ricas), sino que además no tienen reparos en probar cosas nuevas en cuanto a la estimulación sexual, hasta lograr no sólo jugar con un dilatador, sino incluso metérselo entero y por completo varias veces seguidas dentro de la verga. Tal es la estimulación conseguida que no es de extrañar que el joven termine corriéndose sin parar, para placer suyo y de los que podemos verle actuar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario