Sounding o el arte de meterse cosas por la polla

Sounding o el arte de meterse cosas por la polla

domingo, 17 de agosto de 2025

Una experiencia sondera, en ProWank


¡Saludos, morbosetes y amantes del sounding! Navegando por la red me he topado con una web muy curiosa dedicada a la masturbación. No se trata de una simple página porno repleta de imágenes y vídeos onanistas. Es, más bien, un espacio donde poder hablar y compartir información y material referente a la autosatisfacción sexual humana. Entre sus secciones hay una dedicada a los relatos, y entre éstos, a su vez, di con la narración de toda una serie de experiencias sonderas, a modo de resumen, con sus luces y sus sombras, de esta vivencia personal tan especial. No he querido dejar de compartirla con vosotros. Si bien no he conseguido averiguar quién es su autor, ni su fecha de creación, cuando la leáis entenderéis que lo que confiesa sobrepasa las fronteras geográficas y temporales. La web, por cierto, se llama ProWank. ¡Espero que os guste!


EXPERIENCIAS PERSONALES CON EL SOUNDING 
 

"Para quienes no lo sepan, el sounding consiste en introducir un objeto por el orificio urinario, con la posibilidad de alcanzar el final de la uretra. En algunos casos, incluso, se puede llegar a penetrar en la vejiga. También se le conoce como urethral play (juego uretral) o urethral fucking (follada uretral). Se da también el catheter play, haciendo uso de los catéteres uretrales médicos en lugar de los dilatadores o sondas.

Estoy de acuerdo en que sondar es una sensación maravillosa, especialmente si se realiza con profundidad, ya que te proporciona una sensación parecida a la de tener ganas de orinar, pero mucho mejor.

Empecé en torno a los trece años, antes incluso de que pudiera eyacular. Tenía un termómetro de varilla, con una varilla metálica de unos quince centímetros. Mi vecino, de mi misma edad, no quería que le sondara, pero tanto él como su hermana gemela me lo metieron en el pene varias veces. ¡Qué divertido! Me hubiera gustado jugar con el orificio uretral de su hermana, pero nunca se dio la ocasión.

El sounding también es arriesgado. Una vez me provoqué una infección terrible. Empezó en la próstata, causando una sensación extraña, con un poco de picazón hasta teñir mi semen de rojo debido a la sangre que arrastraba. Un día después, la inflamación se extendió hasta el epídimo y los testículos, hinchándose como si fuesen mandarinas. Me dolieron muchísimo durante dos semanas. Y eso que creí que había tenido cuidado y que lo había esterilizado todo perfectamente.

Últimamente, no suelo practicar mucho sounding. Me he dado cuenta de que puedo alcanzar orgasmos fantásticos por otros medios, así que, ¿por qué arriesgarme?

Durante mis sondadas, descubrí que se pueden insertar dilatadores hasta la vejiga doblando el pene hacia abajo lo suficiente como para lograr una trayectoria casi recta. Experimenté con sondas de silicona, pero en una ocasión, mientras un amigo me sondaba con una sonda flexible, el lubricante se absorbió y, al sacar la sonda, se me pegó en la uretra, provocándome un sangrado profuso que le asustó. Por suerte, me recuperé en apenas un día.

Dicen que los dilatadores anchos son más seguros que los finos, al poder estos últimos perforar la uretra. Una vez encontré tubos transparentes en una tienda de repuestos para automóviles. Los compré de entre 3 y 12 mm. Fundí los extremos con una llama y los lijé hasta que quedaron lisos. Me sorprendió muchísimo descubrir que podía introducir el tubo de 10 mm de diámetro hasta la próstata, aunque no logré alcanzar la vejiga.

¿Alguna vez has sentido ese temblor provocado por la introducción de un tubo en la vejiga? Mi teoría es que el extremo del tubo, al dar contra el lateral de la vejiga, hace que la pared se flexione, dejando fluir la orina y luego obstruyéndola, una y otra vez, quizás cinco veces por segundo. Probablemente sea peligroso, pero es una sensación realmente interesante.

También me he insuflado aire en la vejiga y lo he dejado salir por la uretra. ¡Menuda sensación! Sientes las vibraciones en lo más profundo de tu cuerpo, alrededor de los esfínteres uretrales y la próstata. Hacia el final, el aire se mezcla con la orina y salen burbujas o espuma por el orificio urinario. Sin embargo, probablemente tenga suerte de seguir vivo. Creo que el aire puede subir hasta los riñones y causar problemas, desde infecciones hasta embolias.

¡Ah!, y luego estuvo aquella vez que fui a una convención. Estaba solo en la habitación de un hotel. Me dieron material de oficina, incluyendo un bolígrafo largo y afilado. ¡Qué fascinante!, ¿verdad? No tenía lubricante, pero encontré un bote de champú en el baño. Pensé que podría usarlo, y me metí el bolígrafo unos diez centímetros en el pene. El champú, sin embargo, empezó a provocarme un gran escozor. Me saqué el boli y me masturbé. Al eyacular, me escoció mucho más.

Después de esa vivencia, me empezó a escocer mucho la uretra. Era tan fuerte el escozor, que tardaba unos veinte minutos en orinar, dejando salir un pequeño y doloroso chorro en cada ocasión. El escozor era tan fuerte, que no podía mantenerme erguido. Se prolongó por tres días.

En conclusión, prueba con técnicas más seguras. Soy la prueba viviente de que puede acabar mal. Desde entonces, he descubierto que puedes experimentar frotando el glande o masajeando firmemente los testículos si buscas intensidad, o puedes aprender a tener orgasmos secos continuos que duren una hora o más. ¡Madre mía! ¡Nada se le parece!

Por cierto, en relación a cómo hacer que la inserción de un catéter sea más cómoda para los pacientes, mi opinión es que si el paciente está consciente y razonablemente cómodo, podría insertárselo él mismo, guiado por la enfermera. Verá y notará cuándo el catéter podría estar dañando su uretra. Podría parar, tomarse su tiempo, y superar con cuidado cualquier curvatura del pene sin necesidad de raspar la pared uretral. Habiendo jugado con catéteres, puedo dar fe de que se puede hacer sin lidocaína y completamente sin dolor.

La segunda mejor opción sería que la enfermera usara mucha lidocaína y se asegurara de que la anestesia recorriera toda la uretra, hasta la vejiga. Luego, debería ésta tomarse un minuto para que la lidocaína haga su efecto. Después, con abundante lubricante, que proceda lentamente, dispuesta a retirar la sonda parcialmente insertada para distribuir mejor la anestesia y el lubricante antes de seguir insertando más profundamente el catéter por la uretra."

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