Cómo entrenar a tu demonio

Deimos es uno de los más relevantes personajes creados por la mente del gran escritor y dibujante de comics canadiense Patrick Fillion. Tal es el éxito de este demonio gay, que algún que otro artista más se ha atrevido a poner sus lápices y pinceles al servicio de las historias que protagoniza este ser de amplio apetito sexual. Uno de ellos es Alexander, en el capítulo "How to train your demon" (Cómo entrenar a tu demonio). Bajo una historia del mismo Patrick y con diálogos de Jaymes Reed, Robert Fraser la editó en 2.016 dentro de la publicación "Tales of the Taro Demon #2". Hoy la traemos al blog. Ya os podéis imaginar por qué... Si no, disfrutad con el cómic y según vayaís leyendo, descubrid por vosotros mismos con qué prácticas logran Billy y Mathias entrenar y/o someter a Deimos... Entonces lo podréis entender... ;P ¡Disfrutadlo! 

CÓMO ENTRENAR A TU DEMONIO:

- OK Billy, Mathias. Es mi día libre, maldita sea. Me dirigía al bosque. ¿Por qué coño me encuentro aquí?

- Lo siento, Dei, pero nada de bosques para ti por hoy.

-Pronto tendrás que hacerte pasar por un demonio esclavo. Deimos, tendrás que convencer a un odioso hombre llamado Cotton Crandle de que tú eres el artículo genuino para obtener información vital sobre la venta y sacrificio de víctimas humanas inocentes.

-¡Dime algo que no sepa!

- Lo que no sabes es que fracasarás en tu tarea. Deimos, tal y como eres, eres desafiante, dominador, dictatorial y, perdóname, a veces, imperioso. Ninguno de estos rasgos describe a un esclavo.

- ¿Cuál es tu conclusión, Stevie Wonder?

- Mi conclusión es que a menos que Mathias y yo te entrenemos para que seas más "flexible", no tendrás éxito y un incontable número de personas morirá.

- Dame una oportunidad, Billy. Puedo fingirlo.

- No, no puedes. No convincentemente. Necesitas ser enseñado. Sólo espero que puedas perdonarme cuando esto acabe, amigo mío.

- ¿Qué...? ¡Uhrnh! ¡No puedo moverme! ¿Qué me estás... haciendo...?

- Hago lo que es necesario. Mi hechizo te mantendrá cautivo mientras Mathias y yo hacemos lo que debemos.

-Maldita sea, Billy. No seas estúpido. ¡Déjame irme! No estoy jugando.

-Tampoco yo. Debes ser entrenado, Deimos. No hay otra manera. Esta misión es demasiado importante. Fallar no es una opción.

-Desnúdale.

-¿Desnudarme? Espera, ¿qué? ¿Qué cojones vais a hacerme? ¿Mathias?

- Ya escuchaste a Billy. Vas a ser entrenado. Para cuando hayamos terminado, te habrás convertido en un auténtico demonio esclavo.

-¡Hey! ¡Cuidado, hombre...! ¡Aah! ¡Ojo con el pezón! Chicos, no hagáis esto. Puedo practicar el desempeño del papel sin que vosotros recurráis a esta mierda tan rara. Dadme una oportunidad, ¡por favor!

- No. No podemos arriesgarnos, y el tiempo se acaba.

- ¡Joder! Había oído que eras polludo, pero esto... ¡Wow! No sé si mis varillas serán suficientemente largas.

- Ulp... ¿varillas...?

- Sí. Varillas para sondar. Tenemos varios juguetes chulos preparados para ti. Necesitamos enseñarte a retorcerte, chico.

- Aprenderás a entregarte completamente a tu amo. Acabaremos con tus desafíos.

- ¡Ahh! ¡Para... cabrón!

- Cuanto más maldigas, más azotará Billy tus pelotas.

- ¡Qué...! ¡No! ¡Uhnrn! Billy, ¡por favor! Para... ¡Aaoow!

- Aprenderás a tener una erección a petición. Como esclavo, tu cuerpo no te pertenece. Pertenece a tu maestro.

- Hagamos estos más interesante...

- Hueles tan bien. Había fantaseado con estar tan cerca de ti como lo estoy ahora, lo admito... Pero nunca imaginé que fuera a ser tan increiblemente caliente. Siento tener que hacerte esto, colega.

- Entonces no lo hagas, Mathias. Por favor, no metas eso en mi polla. ¡Venga, hombre! Me va... a doler. De un tío a otro... por favor... no lo hagas. ¡Yyaaahh! Mierda...¡Puta mierda! ¿Qué coño es eso?

- Un lubricante de tono frío. Apuesto a que se siente más intenso.

- Hnnnghhhh... No jodas... ¡Imbécil!

- Todavía te muestras desafiante, Deimos. ¿No nos estás entendiendo?

- ¡Unff! Maldita sea, Billy. ¡Lo suficiente! Esto... va a hacerme... correr...

- Un esclavo se corre cuando se le pide, no antes. Mathias... Átale los huevos.

- Será un placer.

- ¡Ooaah...! Billy, por favor, hombre... Es ya suficiente... Seré bueno... Lo juro.

- ¿Suficiente? Ni nos acercamos. Siempre has tenido un problema con todo el que se acercaba a tu culo, Deimos. Lo sé. ¿Crees que permitirías a tu maestro sodomizarte sin resistirte? 

- Sí... Seguro. Sí.

- Te prometo que te arrepentirás de tal mentira. Segunda varilla, Mathias. Ahora, vamos a ponerte en horizontal.

- Vamos, Billy, por favor... No sigas... Ya tengo suficiente.

- Yo decido cuando "tienes suficiente". Mathias... coge el lubricante.

- Vamos a liberar tu pene de estas varillas. Imagino que la sensación será bastante extraña.

- Huah... Oh... Oh...

- Voy a relajarte, Dei.

- Joder, de ninguna manera... No me metas eso, colega. ¡No lo hagas!  

- Me encanta lo rosa que eres por dentro.

- ¡Aaahhhh! ¡Está jodidamente frío! ¡Nuuuaah! No, para. Lo odio... Por favor... Páralo. ¡Lo detesto! 

- Lo que detestas es perder el control, pero eso es precisamente lo que debes hacer ahora. Entrégate a las sensaciones. ¡Permítete soltarte!

- Jodeeeer... Voy... Voy a correrme...

- ¡No! Todavía no.

- Oh Dios. Por favor, déjame correrme... Necesito correrme...

- Aguanta... Aguanta...

- ¡No puedoooo!

- ¡Puedes y debes! Eyacularás cuando te lo digamos. No antes.

- ¡Huaahh...!

- Mathias... Es el momento. Móntalo.

- "Dios, este Demos está caliente, pero nunca me atrevería a hacer nada de esto sin Billy aquí manteniéndolo bajo su control. Taro Boy me destrozaría, ¡y todos los sabemos!"

- Bien. Hay súplica en tus ojos. Sí, Deimos. Ya puedes eyacular.

- ¿Mmmrrmff...? ¡Aarrrhh!

Unos momentos más tarde...

- Bien hecho, Deimos. Has dado un primer paso hacia el éxito en tu próxima misión. Estoy muy orgulloso de ti.

- Jódete, Billy.

- Por supuesto, tenemos todavía trabajo que hacer. Crandle espera que su demonio esclavo sea completamente obediente. Pronto te darás cuenta de que este entrenamiento es por tu bien, especialmente cuando tu éxito nos permita darle a este infierno otro golpe paralizante. Ahora ven aquí a cuatro patas, como un esclavo.

- "Bien, Billy. Seré tu puta el tiempo suficiente para realizar esta misión... Pero una vez que acabe, tendremos una charla." Lo siento, Billy. Sé que necesitaba el entreno. No fallaré en mi misión. Estoy encantado de que lo hayamos hecho. De verdad.

- Buen chico. Pero no hemos terminado. Estás lejos de estar entrenado. Necesitamos varios días más, al menos. 

- Espera... ¿Qué!

- Puedo ver bien a través de ti, Deimos. Me dijiste lo que creíste que quería oír para que pusiera fin a estas sesiones. No. Cuando tu entreno termine, estarás absolutamente preparado para actuar como esclavo... Porque sabrás lo que es ser uno. Tu entrenamiento se reanudará en dos horas. Sigue sondándote el pene mientras estamos fuera.

- ... Joder... ¡Uhhhrn! Has ido demasiado lejos, esta vez, Billy... Jodidamente demasiado lejos.

Mientras Deimos lucha por reprimir su ira y frustración, comienza a darse cuenta de que Billy está logrando someterle. Por ahora, Taro Demon sólo puede obedecer, rogando para que este tormento le lleve al éxito en su futura misión... y negándose a sí mismo lo mucho que realmente desea que llegue su próxima sesión de entrenamiento.