Sounding o el arte de meterse cosas por la polla

Sounding o el arte de meterse cosas por la polla

sábado, 25 de noviembre de 2023

Sondándose con La Peyronie

 
¡Saludos, morbosetes y amantes del sounding! Como seguramente todos sabréis, cuando el pene humano entra en erección puede presentarse éste totalmente recto y perpendicular al torso, como es habitual, o bien ofrecer tanto algún tipo de ángulo del mismo con respecto al cuerpo diferente a los 90 grados, así como de curvatura dentro del mismo tronco peneano. Surgen de esta manera infinidad de combinaciones y alternativas que no dejan de ser una característica más de nuestro falo, sin alterar en absoluto la vida diaria del portador ni las funciones fisiológicas del mismo. Sin embargo, si la curvatura del tronco del pene es muy pronunciada, podríamos estar ante un caso de la enfermedad de Peyronie, o de De la Peyronie, pudiendo venir a afectar ésta a nuestra vida sexual, incluida la práctica del sounding. ¿Qué os parece si conocemos un poco más de la misma?

Jesse Jackman
Jesse Jackman

Sería en 1.743 cuando el médico francés François Gigot de La Peyronie, cirujano por entonces del monarca Luis XV, describiera por primera vez la aparición durante la erección del pene de un lecho de tejido fibroso que venía a originar una incurvación atípica del mismo. En honor a su descubrimiento, tal enfermedad llevaría su nombre. Como tal profesional vendría a indicar, se basa ésta disfunción en la formación de unas bandas fibrosas no cancerígenas en la túnica albugínea que rodea los cuerpos internos del falo. Este tejido, al no ser elástico, no afecta al pene en estado de flacidez, pero sí cuando el mismo entra en erección. Al aumentar el falo de tamaño y no ser estas bandas flexibles, las mismas hacen que el pene no pueda expandirse en su totalidad, tirando desde el punto en que la fibrosis se encuentra de los tejidos circundantes. Se viene así a provocar una curvatura en el tronco del pene que puede írse pronunciando durante la fase de formación de la placa, especialmente si ésta va a más.


La enfermedad de Peyronie es de causas aún desconocidas. Afecta a menos de un 10 % de los hombres, casi en su totalidad de raza blanca. Puede aparecer a cualquier edad, aunque en la mayoría de los casos se diagnostica a partir de los 45 años. En un principio, la formación de tales placas fibrosas no tiene por qué afectar a la salud del paciente. En muchas ocasiones, ni tan siquiera éste es consciente de padecer la enfermedad. El desarrollo inicial de la misma, o fase primera, puede dilatarse hasta 18 meses. Es entonces cuando la placa se va formando. Una vez superado este periodo, el paciente entraría en la fase crónica, con la placa y su correspondiente curvatura estabilizadas. Podría calcularse llegados a este punto el ángulo total alcanzado dentro del tronco peneano. Para poder obtener el mismo, habría que tomar como líneas de medición tanto aquélla marcada a partir de la unión del pene al torso (línea A), como la línea que lanza a su vez la parte del pene superior al punto de inflexión (línea B). El ángulo de partida hacia las posibles dificultades generadas por esta disfunción está fijado de forma general en los 30 grados.





La fibrosis provocada por la enfermedad de Peyronie puede aparecer en cualquier punto del tronco peneano, generando así curvaturas hacia la cara superior del pene, hacia la parte posterior del mismo, o hacia cualquiera de los dos laterales del falo. En todos los casos, la problemática a la que pudiera derivar la enfermedad es la misma, englobando fundamentalmente ésta la generación de dolor a la hora de entrar el pene en erección, dificultad de penetración con el mismo durante el coito, o en los casos más extremos, la disfunción eréctil o pérdida de la propia erección. El tratamiento médico, llegados a estos casos, se haría necesario, pudiendo tratarse la enfermedad mediante medicamentos o, en los diagnósticos más extremos, a través de la cirugía.




Sin embargo, padecer la enfermedad de Peyronie, incluso en los casos en que se alcanza o supera la curvatura de los 30 grados, no es sinónimo de tener que padecer alguna de las complicaciones que pudieran nacer de la misma. Tampoco tiene que afectar necesariamente a nuestra vida sexual. Un claro ejemplo de ello nos lo aporta el actor norteamericano Jesse Jackman, con un rabazo curvado hacia la cara posterior del mismo que no le impide follarse con ganas a todo aquél cuyo culo cae en sus manos.


La práctica del sounding y la enfermedad de Peyronie, tampoco tienen que estar reñidas. Si bien a una mayor curvatura más difícil se haría la inserción de objetos rígidos, así los dilatadores metálicos, podemos ejercer la técnica sondera desde dos vertientes alternativas sin que tal curvatura nos tuviera por qué impedir disfrutar de una buena sondada de rabo. Una opción muy sencilla sería a través de la inserción de objetos pequeños que no alcanzasen el punto en que se produce la fibrosis. Kitanasex, por ejemplo, con una verga afectada por una pronunciada curvatura lateral, disfruta insertándose un simple clip.



Una segunda opción, más completa, la encontraríamos en los juguetes de silicona. Su naturaleza flexible, que ya nos ofrece poderlos introducir a través de toda la uretra sin que ninguna curva infrapúbica les afecte, permite a la par poder superar sin problemas la curvatura generada a través de la enfermedad de Peyronie. ATwink, con una curvatura hacia la cara interna del pene, nos ha querido ofrecer una imagen detallada de la sesión que disfruta haciendo uso de un dilatador de silicona hasta introducírselo por completo dentro del rabo. Todo un fabuloso ejemplo que nos demuestra que sondarse con La Peyronie es más que posible. ¡Que nada os impida nunca poder saborear una buena petada de rabo! ;)




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...