Sounding a lo japonés

Japón es un país de contrastes. Mientras que se ofrece como una nación abierta a todo progreso urbano, donde tirunfan las novedades informáticas y las últimas tecnologías, conserva íntegramente tradiciones milenarias y añejas nociones culturales desde siglos atrás. Esta conjugación está patente en diversos aspectos de la vida. En el sexo también.

Japón nunca ha estado por detrás de otras culturas en el tema sexual. Por el contrario, incluso algunos términos usados en la actualidad para hacer referencia a ciertas prácticas sexuales provienen de esta zona asiática. Sin embargo, la censura del material pornográfico sigue vigente y no es fácil dar con porno japonés donde un genital puede ser visto sin estar pixelado. En el sounding también.

El sounding se practica en Japón, como en cualquier otra cultura occidentalizada, por maromos morbosos y mistress que gustan de someter a sus esclavos. No falta el manga donde el sounding tenga cabida. Pero tampoco las escenas porno gay donde un japonés se meta algo por la polla. Prácticas extremas, pero a la par censuradas. Es el estilo de Japón. Y éste, es el sounding a lo japonés.