Un globo. Algo tan sencillo como este objeto plástico puede ser el aliado perfecto a la hora de practicar sounding. Eso sí: debe ser un globo alargado, de los utilizados para crear formas y personajes con el mismo. Tampoco se puede introducir el juguete por el conducto urinario sin más. Además de proceder a la limpieza y lubricación necesarias y aconsejadas, hay que rellenar el mismo de agua o aire, en poca cantidad pero suficiente como para lograr que el mismo quede relativamente tieso (podemos ayudarnos, incluso, de un congelador, sacando después de unas horas el globo fresquito y bien duro con el agua interior congelada). Una vez alcanzado este propósito, lo siguiente es jugar, y sobre todo disfrutar, tal y como hacen estos amantes del sounding mientras juegan con un globo, dos globos, tres globos...
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