Hasta ahora, todos los maromos que habían pasado por el blog luciendo un piercing en la verga, o incluso haciendo uso del agujero creado para alojarlo para practicar sounding, portaban un piercing del tipo Prince Albert, o Príncipe Alberto, el más conocido de toda la gama de piercings destinados a los genitales masculinos y que, en este caso, atraviesa la uretra, introduciéndose por el meato y saliendo por la zona del frenillo. El chaval que os traigo hoy, sin embargo, luce además del Príncipe Alberto un piercing del tipo ampallang, que atraviesa el glande de lado a lado, en horizontal. Pero, por si fuera poco sentir ambos pares de metales dentro de la verga, gusta de introducirse un cable doblado por el conducto urinario, para placer suyo, y gustazo de todos que podemos comtemplar la escena.
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