Cuando uno tiene ganas de practicar sounding y no encuentra nada cerca para poder llevar a cabo sus deseos siempre queda una última opción que, además, el del gusto de muchos: jugar con el propio dedo. Si se está en pareja y la situación es similar, la solución es la misma, contando además con el dedo del compañero para satisfacer las necesidades de nuestra uretra. Y si el dúo no es de tíos, sino hetero, se presenta la oportunidad de pasar un rato muy agradable entre chico y chica jugueteando sexualmente entre los dos, poniendo el varón su verga y la mujer su dedo, y permitiendo que ambos apéndices se conozcan profundamente... ; )
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